Era parte del personaje y su aura pija, con una moral casi puritana en muchas ocasiones. Su discurso sobre la libertad sexual de las mujeres intenta tapar a duras penas una sucesión de relaciones tóxicas, una exaltación mal disimulada de los cuerpos femeninos normativos y cierto romanticismo trasnochado. Si cuela, cuela. Lo que si podemos asegurar es que Sexo en Nueva York ha envejecido mal, como algunos hits del pop español y, sin embargo, su influencia permanece. Desde entonces, la mayoría de los lectores imagina a las columnistas y periodistas de tendencias como un cliché aspiracional que escribe desde un Mac en un apartamento del Greenwich Village.
Acompañar levante integrante en la cena y beber otra de las bebidas. El té. Bufera es una alcohol que ayuda a disminuir el estrés y acallar el vigilia. La amapola.
Te albarán. Mi piso. Mui discreto.